Acabo de llegar de Tánger, del III Salón de la Subcontratación del Automóvil, y estoy muy impresionada, así que voy a dedicar mi post de esta semana a lo que está ocurriendo allí ahora. La actividad económica es exponencial, es un mercado de oportunidades para todo tipo de empresas del sector de la subcontratación.
En pleno boom expansivo, el sector del automóvil ha crecido en 2015 un 23% con casi 4.500 millones de euros de cifra de negocio y 90.000 empleos. Y esto no se va a quedar así.
La producción de Renault en Tánger en 2015 fue de 230.000 vehículos y estima el crecimiento de 2016 en un 10%. Entre sus objetivos a corto plazo está el de aumentar el sourcing local hasta el 60% (hoy es del 40%) y para ello ha firmado un acuerdo con el Estado Marroquí para la creación de un «ecosistema Renault» (infraestructuras, desarrollo de la zona TangerMed y otros parques industriales y dispositivos de formación). Esto es, Renault necesita que sus proveedores se instalen en Marruecos a proximidad de sus centros de producción y para ello pone en marcha sistemas de acompañamiento, ha creado «equipos» que trabajan ya en Europa para buscar posibles proveedores dispuestos a instalarse en Marruecos. La inversión total prevista es de 900 millones de euros y la creación de 50.000 puestos de trabajo. Las cifras son impresionantes, Renault ha informado de su deseo de comprar internamente en Marruecos en el horizonte de 2023 un total de 1.800 millones de euros anuales.
A dos horas de Tánger en dirección hacia Casablanca, PSA va a instalarse en la zona franca del puerto de Kenitra. Las obras ya han comenzado para que la producción sea operativa en 2019. Supone una inversión de 557 millones de euros sobre 120 ha de terreno, con una producción inicial de 90.000 vehículos y el objetivo de llegar a 200.000 rápidamente. A diferencia de Renault, PSA quiere fabricar también los motores en Marruecos y ambiciona empezar con el 60% de sus aprovisionamientos de manera local. Se necesitarán aumentar en Marruecos actividades hasta ahora muy poco desarrolladas como el mecanizado, las transmisiones y la fundición.
A esto hay que añadir el creciente interés de Volkswagen o de Ford por el «sourcing» en Marruecos. Ford ya ha abierto una oficina de compras en Tánger y se rumorea con la llegada de Volkswagen a TangerMed.
Otros sectores de actividad también se desarrollan: Siemens construye una fábrica de aspas de eólicos en Tánger con una inversión de 100 millones de euros y la creación de 700 empleos.
Con todo esto, es fácil imaginar que la ciudad está en pleno crecimiento y renovación. Se necesitan infraestructuras y servicios de todo tipo. Y además de qué contentar a una población cuyo nivel de vida es netamente superior al de la media marroquí.
Está claro que tanto los constructores de automóviles como el Gobierno de Marruecos prefieren y apoyan la inversión local respecto a las importaciones. Pero atención, no hay que descartar la exportación directa puesto que la implantación industrial merecerá la pena únicamente en los casos donde la mano de obra sea un factor importante en el precio final del producto. Se pueden estudiar otras alternativas como almacenes reguladores o plataformas logísticas para estar cerca de nuestros clientes.
Cualquiera que sea la forma, para el sector de la subcontratación: the moment is now!
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