La internacionalización de la pequeña empresa
Retomamos el blog sobre internacionalización y comercio exterior, después del break del verano, recordando varios de los temas centrales que tratamos el «curso» pasado.
Durante la crisis, las exportaciones han sido la tabla de salvación de muchas empresas. La mayoría de estas empresas comenzaron una estrategia de exportación antes de ella y han podido beneficiarse de su experiencia internacional en un ciclo económico nefasto del mercado doméstico. Otras, han pensado en la internacionalización cuando han sufrido la contracción de su mercado habitual. Y también las hay que, aprovechando los vientos favorables de la ayuda institucional, se suben a la ola de la internacionalización, sin saber muy bien dónde van y por qué. La actividad internacional debería plantearse actualmente como algo regular, no como una tabla de salvación, enmarcada dentro de la estrategia a largo plazo de la empresa.
Las cifras que nos muestran las estadísticas de PYMES exportadoras presentan un crecimiento espectacular en los últimos años, tanto en cifra de negocio como en número de empresas que exportan regularmente (+28% en los últimos 4 años). Sin embargo, las mismas estadísticas siguen poniendo de manifiesto un elevadísimo número de exportadores ocasionales y fallidos. Son las grandes empresas las que han contribuido en mayor parte a este crecimiento de las cifras macro de exportación. Como ya vimos en el post «El tamaño de la PYME y su capacidad exportadora», la talla de la empresa es un condicionante clave para la internacionalización.
Por ello, antes de embarcarnos en procesos largos y costosos, es de vital importancia que la empresa realice un Diagnóstico del Potencial de Exportación que ayude a estas pequeñas empresas, que conforman el grueso de nuestro tejido, a establecer un plan con garantías de futuro.
Una micro-pyme, además de tener claro que el producto/servicio que va a ofrecer es competitivo, diferenciador y adaptado al mercado de destino, tiene que tener capacidad exportadora, contar con los recursos humanos y materiales suficientes para llevar a buen puerto el proceso de internacionalización.
Es por ello que las alianzas estratégicas con socios locales, la cooperación empresarial y los consorcios de exportación son una excelente vía para la internacionalización de estas empresas.
En conclusión, la internacionalización es hoy una necesidad, y debe de ser planteada como parte de la estrategia global de la empresa a largo plazo. Otra cosa es cómo, cuándo y en qué condiciones. Hay que estar preparado y para ello, contar con la ayuda de un consultor en comercio exterior es de una ayuda inestimable.
En Exportise podemos elaborar el Plan de Internacionalización para empresas que no cuenten con recursos internos y ayudarles a ejecutarlo.